CONSEJO PARA LOS JÓVENES: MARSET NO ES NINGÚN EJEMPLO Y EL NARCOTRÁFICO NO ES EL CAMINO

Crónicas del Este 27/11/2023 Política

Sergio Secinaro

Hay algo que tengo atragantado en la garganta desde la entrevista que le hicieron ayer en canal 4, en el programa Santo y Seña, al narcotraficante Sebastián Marset, y que les quiero señalar a los jóvenes, especialmente a los adolescentes de Uruguay, de la región y del mundo: Marset no es ningún ejemplo a seguir, y el narcotráfico no es el camino.
Esto va escrito para ti, joven, que recién empiezas la vida y que muchas veces no tienes claro hacia dónde quieres encaminar tu destino y los pasos de tu futuro. Esto va para vos, que quizás vives rodeado de muchos ejemplos parecidos a los de Marset, tan exaltado en esta sociedad consumista como un ganador, un vivo, que al final se burla de la ley y obtiene lo que quiere. Pues quiero decirte que todo eso es mentira. Los delincuentes no son otra cosa que delincuentes, y nadie puede mejorar como persona hasta no salir del mundo del delito. Por más que se muestren con millones de dólares, mansiones, autos de alta gama, joyas, mujeres bonitas, viajes y todo lo que la sociedad moderna puede comprar; son esclavos, no tienen nada. Porque tienes que saber que en la vida hay cosas que no tienen precio, como bien decía la propaganda de una tarjeta de crédito, y que valen muchísimo más que esas cosas materiales. Hay cosas que, por más dinero que tengamos, no podemos comprar, como el amor, que no es lo mismo que comprar sexo; como el honor, que no es lo mismo que comprar propaganda; como el respeto, que no es lo mismo que comprar temor. Y como la propia libertad, ese bien tan preciado que solo valoramos cuando no la tenemos. Libertad para vivir tranquilos, sin tener que esconderse toda la vida todo el tiempo. Libertad para caminar por donde a uno se le ocurra sin tener que mirar de soslayo si alguien nos sigue o si nos vienen a apresar o a matar.
Es mentira que Marset sea un buen padre. No lo es, porque ha sometido a su familia y especialmente a sus pequeños hijos a un infierno, teniéndose que ocultar como roedores, habiéndoles cortado gracias a la vida que ha llevado, la ilusión de vivir una vida normal como tantos otros niños. Quizás eso queme la conciencia de Marset y sea la causa por la cual quiere sacar a su familia de ese infierno que él mismo construyó con sus acciones. Debe ser muy difícil despertar todos los días, por más dinero que se tenga, y tener que pensar en seguir ocultándose un día más. Debe ser un infierno tener que vivir rodeado de guardaespaldas para que no te atrapen o no te maten. Debe ser un infierno tener que estar desconfiando todos los días todo el tiempo de todos los que te rodean y contrataste. No hay oro que pague esa vida de mierda.
No hay ningún romanticismo en las acciones de un narco, ni tampoco hay narcos buenos y no violentos, porque contradice la propia esencia de sus negocios, solventados en el terror, la masacre y la muerte.
Por eso, desde Crónicas del Este, te decimos a ti, joven, a ti, adolescente, que pienses muy bien en lo que haces, pues es muy fácil entrar por el mal camino, pero es muy difícil salir del mismo, y las consecuencias de su pasaje dejan huellas que duran para siempre. No entregues tu vida y especialmente tu libertad, a cambio de bienes, porque ni todas las riquezas del mundo igualan a la libertad de vivir tranquilo.