MIERES PIDIÓ “IR HASTA EL HUESO” CON “JERARQUÍAS QUE HAYAN CRUZADO LA LÍNEA DE LA LEGALIDAD” PERO NO DICE NADA DE SU HIJA ACOMODADA EN CULTURA

Crónicas del Este 02/11/2023 Política

Leandro Secinaro

La Mesa Ejecutiva del Partido Independiente se reunió para analizar las repercusiones vinculadas al caso Marset, que terminó con la renuncia del canciller Francisco Bustillo. El líder del partido, Pablo Mieres aseguró que “hubo comportamientos que cruzaron la línea”.
“Desde el Partido Independiente está la total convicción de que hay que ir hasta el hueso. Aquellas jerarquías o personas que hayan cruzado la línea de la legalidad deben ser responsabilizadas y por tanto tendrá que avanzar el gobierno con sus decisiones”, indicó en rueda de prensa el ministro de Trabajo quien no prefirió dar nombres de esas personas.
Mieres agregó: “No tenemos ninguna duda que el presidente cuando esté en el país va a asumir la responsabilidad. No hay que perder el foco principal de este tema, no es solamente si hubo conductas que intentaron ocultar declaraciones, sino que hubo un proceso de pasaporte a Marset que fue más acelerado de lo que debió haber sido”.
El Ministro de Trabajo, Pablo Mieres, parece haber despertado de repente a la cuestión ética, pero guarda silencio sobre un tema delicado en su propio patio trasero. Una antigua investigación de Crónicas del Este revela que su hija, Verónica Mieres Aboy, disfrutó de un trato preferencial en el Ministerio de Educación y Cultura (MEC). Inicialmente, fue designada directamente como docente "no escalafonado" desde el 3 de mayo de 2021 hasta el 30 de junio de 2021. Al mes siguiente, el 1 de julio de 2021, se le otorgó un contrato laboral por contratación directa, con vigencia hasta el 30 de junio de 2022. Sorprendentemente, apenas un día después de que su contrato inicial venciera, fue nuevamente contratada por el MEC, esta vez dentro de la Dirección de Cultura, nuevamente por contratación directa, desde el 1 de julio de 2022. En la actualidad, mantiene su vínculo laboral con el ministerio, lo que evita que Verónica Mieres forme parte de las estadísticas de desempleo que su padre, el Ministro Mieres, maneja.
Este caso pone de manifiesto una preocupante falta de coherencia entre las palabras y las acciones del Ministro de Trabajo. Si bien se pronuncia enérgicamente sobre la ética y la necesidad de rendir cuentas en otros asuntos, su silencio sobre el caso de su propia hija plantea serias preguntas sobre su compromiso con la transparencia y la integridad en el ámbito gubernamental, así que Mieres, mejor cierra la boca, tránfuga.