EL PRESIDENTE MINTIÓ SOBRE EL EXPEDIENTE CON LOS CHATS ENTRE ACHE Y MACIEL

Crónicas del Este 07/11/2023 Politica

El presidente de la República, Luis Lacalle, ha recibido información incorrecta o ha errado en sus declaraciones sobre la presunta ausencia de los chats entre Carolina Ache y Guillermo Maciel en el expediente de cancillería relacionado con la investigación ordenada por el Poder Judicial para esclarecer la concesión del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset, según el periodista Eduardo Preve en su programa "Nada Que Perder."
En un esfuerzo por aclarar la situación, Preve presentó un total de 12 páginas de documentación oficial que contradicen la afirmación de Lacalle de que la copia del chat no había sido incluida en el expediente de la cancillería generado para la investigación interna ordenada por el Poder Judicial.
El periodista destacó que el chat en cuestión se encontraba dentro del "expediente físico," no en formato digital. Estas páginas habían sido protocolizadas y formaban parte del expediente, siendo un medio de prueba crucial solicitado por el Poder Judicial.
Preve continuó su exposición al mencionar que, el lunes 6, Guillermo Maciel mostró los chats protocolizados durante una conferencia de prensa, lo que plantea interrogantes sobre por qué, si Maciel también había protocolizado los chats y había aceptado borrarlos durante una reunión con Carolina Ache y Roberto Lafluf, Lafluf deseaba que Ache protocolizara nuevamente los chats sin su contenido. Esto lleva a la pregunta de si se pretendía poner a Carolina Ache en una situación comprometedora.
El periodista sugirió que, si Carolina Ache hubiera accedido a la solicitud de Lafluf y presentado la protocolización sin el contenido de los chats, pero Maciel ya los había protocolizado anteriormente con su contenido, la única persona que quedaría en evidencia sería Carolina Ache, ya que Maciel demostró que había protocolizado los chats.
Además, Preve informó que durante el tiempo en que Marset buscaba su liberación mientras estaba detenido en Dubái, colaboró con dos abogados que no tenían conocimiento de la existencia del otro. Por lo menos, Alejandro Balbi desconocía que el otro abogado, Santiago Moratorio, también trabajaba en el caso de Marset. Esta estrategia de trabajar con múltiples abogados que no se comunican entre sí es común en la carrera de Marset como narcotraficante.